viernes, 7 de septiembre de 2012

La correcta utilización de la servilleta





El buen comer es mucho más que elaborados platos y excelentes vinos. Las buenas maneras en la mesa y la correcta colocación y utilización de la cubertería, la vajilla o las servilletas son parte fundamental del éxito o el fracaso de un acto social.
Los pueblos nórdicos se sentaban sobre haces de heno a modo de asiento improvisado, y además lo utilizaban para secarse las manos después de las comidas. Al igual que muchos de los instrumentos de uso cotidiano que podemos disponer de ellos, la servilleta se remonta a la época del Imperio Romano, denominadas "mappa" y era entregada a los comensales por el anfitrión nada más entrar al banquete. Además de utilizarse para mantener la boca limpia durante las celebraciones, también se usaba para guardar los restos de comida y llevarlos a casa.

En la actualidad, la servilleta, ya sea de tela o de papel, tiene una doble función: por un lado, limpiar la boca durante las comidas y, por otro, evitar que dejemos marcas o restos en los vasos y cubiertos.

Aunque en cualquier celebración que se precie es recomendable el uso de servilletas de tela, en las comidas muy informales se ha impuesto la utilización de mantelitos individuales y la presencia de las servilletas de papel, bastante más prácticas y baratas que las anteriores. A un huésped o un invitado se le debe poner, siempre, una servilleta limpia y doblada.


Colocación de la servilleta

Las servilletas se colocarán a la derecha del plato y dobladas en rectángulo, aunque se permite la posibilidad de ponerlas a la izquierda del plato o incluso sobre este. En todo caso, siempre evitaremos colocarlas en el interior de los vasos. Esta se colocará ligeramente doblada, sin marcar el doblez, en forma rectangular, pudiendo permitirse en forma triangular, con los monogramas o los bordados, si los tiene, a la vista. En el caso que la mesa esté dispuesta sin la colocación inicial de los platos, la servilleta podrá ser situada la posición del plato, ya que para cuando los sirvientes o mayordomos traigan los platos, la servilleta habará sido retirada por cada uno de los comensales.

El anfitrión debe ser el primero que coge la servilleta de encima de la mesa. Esta es la señal para que los demás comensales desplieguen esta pieza de tela con las dos manos mediante una pequeña sacudida y la depositen extendida por la mitad encima de las rodillas.



Cómo se utiliza la servilleta

Si tenemos que levantarnos de la mesa durante la comida -una acción no demasiado recomendable- nunca nos llevaremos la servilleta con nosotros, sino que la dejaremos al lado izquierdo del plato, doblada en pliegues sueltos.

La servilleta debe usarse para limpiarse los labios, siempre de una forma delicada y natural, antes y después de beber y de comer. También puede utilizarse para taparnos la boca o la nariz cuando se vaya a estornudar, toser o bostezar, pero nunca utilizarlo como pañuelo, para eliminar las posibles mucosas que puedan salir de la nariz; esa es función del pañuelo que todo comensal debe lleva en el bolsillo, en el caso de los Caballeros, o en el bolso, en el caso de las Damas. Tampoco debemos usarla para mojar o humedecer dentro de la copa de agua para quitar alguna mancha en la ropa, ya que los sirvientes o mayordomo de mesa se deben de encargar de aportar los correspondiente elementos para ello, ni tampoco para depositar restos de alimentos (huesos, espinas, etc.), que deben ser dejados dentro del plato del que se está comiendo, en el lado superior derecho.

Al finalizar la comida, la servilleta se deja doblada de forma informal sobre el mantel, al lado derecho del plato. Nunca se debe retirar la servilleta de la mesa hasta que el comensal se haya levantado.

En un aperitivo, las servilletas estarán bien dobladas en una bandeja depositada en la mesa para que cada comensal pueda coger una a su gusto y discreción. En un desayuno, una merienda o un picnic, sólo se utilizan servilletas pequeñas, y estas no se colocan en el regazo como en una comida o cena formal, sino que se dejarán junto al plato, a la izquierda.

Cuando ofrezcamos a nuestros invitados un vaso de agua, éste siempre debe de ir acompañado de una bandejita o un platito y de una servilleta pequeña.


El tamaño adecuado de la servilleta

60 x 60 centímetros: son las servilletas más elegantes y las recomendadas para comidas y cenas formales de estricto protocolo.
45 x 45 centímetros: son las servilletas que se utilizan en las comidas y cenas en las que el protocolo no debe ser tan estricto, como por ejemplo una comida en familia.
34 x 34 centímetros: son las servilletas que se usan en las comidas ligeras y en los bufés.
22 x 22 centímetros: son las servilletas de merienda y picnic.
20 x 20 centímetros: son las servilletas de aperitivo.